Puerto de Chancay, el riesgo no es Perú, sino más bien la intervención de China.

El análisis de la visión estratégica deja al descubierto otras intenciones.

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Rodolfo Ponce V, Consultor y Analista Internacional y Geopolítico.

 

 

En los últimos años, China se fue posicionando en América Latina con la supremacía del dominio de tratados comerciales, pero la llegada al poder en Argentina del presidente Javier Milei hizo declinar la balanza y comenzar a hacer resonar ahora, una proyección nuevamente de los Estados Unidos, donde aspectos militares, apoyos bilaterales y proyecciones prospectivas para el país trasandino fueron apareciendo en la mesa política produciendo un retroceso del gigante asiático en sus aspiraciones no sólo comerciales sino también estratégicas.

 

El 6 de Noviembre recién pasado se produjo la rotunda victoria del Presidente Donald Trump y está situación genera otro punto de notable preocupación estratégica para China, Estados Unidos de manera reciproca, dará todo su apoyo a la Argentina y el Salvador  y en la medida que avancen los cambios políticos, potencialmente a otros países del sur de América.

 

La influencia de China en América Latina es un tema complejo.  Su vínculo ha aportado beneficios a algunos países, mayor acceso a financiamiento y tecnología, pero de continuar expandiendo su alcance, los países latinoamericanos deberán poner atención a sus relaciones y potenciales manipulaciones para poder salvaguardar sus propios intereses, toma de decisiones y soberanía general. Un imperio como el chino con miles de años siendo una civilización trascendente en la historia mundial no sólo irá detrás de recursos naturales y rutas comerciales, más bien sus aspiraciones pueden generar medidas y presiones políticas que se podrían traducir en un control total con tal de hacer prevalecer sus intereses. ¿Cuál podría ser su interés en esta situación?. Sin lugar a dudas el control global del comercio y el transporte marítimo en una avanzada estratégica y muy bien planificada.

 

Algunos argumentos preocupantes que refuerzan el intervencionismo del país asiático son por ejemplo lo acontecido el 29 de julio de este año, donde por primera vez en la historia del Perú, una formación del Ejército Popular de Liberación (EPL) de la República Popular de China (RPC), rindió honores en  la tradicional Gran Parada Cívico Militar, evento que celebra el país andino para conmemorar el día de su independencia y en tal evento nacional nunca había participado un país que nada tiene que ver con la independencia de Perú.

 

Un estudio de  Doublethink Lab, señala que  Perú es el quinto país con mayor influencia del país asiático a nivel global y primero en Latinoamérica. Países como Venezuela y Bolivia, ocuparon el puesto 25 y 60 respectivamente, de 82 países que fueron analizados.

 

Puerto de Chancay:

 

En relación al proyecto, el Congreso de Perú intervino y aprobó rápidamente una enmienda a la ley del sistema portuario nacional (Ley 27.943) para otorgar exclusividad de los servicios marítimos del Puerto de Chancay a la naviera estatal china, Cosco Ocean Shipping Company (COSCO), empresa estatal china dueña del 60% del proyecto; creando de esta manera un traje a la medida de los chinos que evita represalias económicas de Pekín hacia Perú y  posiciona a China de manera estratégica en el Pacifico Sur. De esta manera COSCO manejará el puerto, la transferencia de carga y las naves que realicen el transporte marítimo.

 

El puerto de Chancay puede ser la mayor competencia para los países del Pacifico Sur y en muchos aspectos esos son los factores que más preocupan a algunos, pero para China puede ser la centralización de todo un proceso comercial que puede en algún momento evitar la competencia y permitirle exigir el uso de su puerto en Perú como medida obligatoria de operaciones portuarias dentro de sus tratados comerciales con Latinoamérica y el Caribe.

 

En el contexto geopolítico militar, nace en los últimos días la grave preocupación que el puerto de Chancay pueda permitir en el tiempo la evolución hacia la presencia de una potencial base naval permitiendo contar con una astuta proyección estratégica de fuerza por posición en el plano regional que desequilibre las aspiraciones estratégicas de los Estados Unidos en América del Sur, lo que responde a un patrón seguido por Beijing en otros países. Esta situación ha sido expresada por altos mandos norteamericanos, como fue la General Laura Richardson, Jefa del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos.

 

Como lo hemos señalado muchas veces los puertos son estratégicos, requieren visión estratégica y tienen directa influencia en los cambios geopolíticos de las grandes potencias y los escenarios regionales donde se ejecutan. Vuelvo a repetir, un puerto no solo es carga, contenedores y logística.

 

Finalmente, los ojos del mundo estarán puestos en el Foro de Cooperación Económica Asia – Pacifico (APEC) que se realiza en Perú en estos días y que en este aspecto será trascendental para la inauguración del Puerto de Chancay con la presencia de la Presidenta del Perú, señora Dina Boluarte y el Presidente de la República Popular China, señor Xi JinPing este 14 de Noviembre en Lima de manera telemática.

 

 

 

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