Las Fuerzas Armadas y la Movilidad Social en Chile

“No existen instituciones que provean mayor movilidad social en Chile, que aquella que brindan los centros educacionales de las FFA”.

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Por Hugo Barra. Director Liga Marítima de Chile

 

En ceremonias de graduación en las diferentes escuelas de las FFAA, es habitual ver el orgullo y genuina satisfacción de padres y familiares venidos desde los más recónditos pueblos del país, a ver a su hijo/hija graduarse en alguna de las muchas especialidades que, en el desempeño administrativo, técnico u operacional de las FFAA, se requiere. O a un Sub Oficial haciendo entrega a su hijo/hija del sable que lo identifica como un oficial de las FFAA de Chile.

 

Una demostración indiscutible del vínculo vital e indisoluble entre el proceso educacional que motiva la ocasión y la movilidad social que, en ambas ocasiones se genera.

 

Se reconoce como movilidad social al proceso que experimenta una persona cuando sube en la escala socio económica de su entorno social, y en donde comprobadamente está que el principal agente de esa movilidad social es la Educación.

 

En las FFAA, la selección, disciplina y meritocracia, son denominadores comunes e ingredientes indispensables en los procesos educacionales a los cuales se someten alumnos y profesores en escuelas matrices, de especialidades, academias y centros de entrenamiento.

 

Pero profesores y alumnos son sometidos en todas las etapas pedagógicas y cursos de entrenamiento de la carrera militar a rigurosos procesos de selección para ganarse el derecho de ser incluido en algún curso ya sea como estudiante o docente, a la disciplina educacional materializada en el ejercicio de derechos y deberes respecto de planes, programas y horarios, al reconocimiento de los diferentes niveles de autoridad profesional (más que militar) y a la permanente evaluación mutua entre profesores y alumnos.

 

De esa forma, son ciertamente los mejores calificados quienes tendrán la posibilidad de optar a puestos que les otorguen mayor proyección y beneficios en sus respectivas instituciones.

 

El resultado empírico son profesionales competentes y hombres/mujeres de bien, provenientes de los más variados estratos socio económicos, y que sirven al país desde la administración pública y, al dejar el uniforme, desde innumerables actividades privadas, en todas con singular efectividad. Muchos son los compatriotas que sirven en la administración pública, desde el gobierno, el parlamento y municipalidades, que son hijos de la familia militar.

 

Un proceso educacional y la consecuente de movilidad social que genera, que someta a los postulantes a un proceso de selección, que asuma con convicción la disciplina educacional y respete el mérito al cual se hace merecedor el mejor, sin duda estará condenado al éxito.

 

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