Pesca: Licitaciones y plazos de derechos deben revisarse con extremo cuidado

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Imagen foto_00000001Empleadores industriales tiene cuotas a 20 años, los artesanales las tienen a perpetuidad y con sistema que las hace heredables.

 

Personal embarcado, patrones y tripulantes, de la flota industrial pesquera, expresaron la necesidad de que las autoridades entrantes y los legisladores, analicen objetivamente, con profundidad y atendiendo los argumentos de los agentes pesqueros reales, debates como el que se prevé en torno a la Ley de Pesca. Debe haber diálogo real, resaltaron.

 

Juan Carlos González, presidente del Sindicato Interempresa de Patrones, y Hugo Roa, presidente en el Sindicato Interempresa de Tripulantes; salieron al paso de voces que –majaderamente y con datos y opiniones confusas- mantienen el discurso de “anulación” de la Ley de Pesca o complejizar el acceso a la operación de los recursos.

 

Tripulantes y capitanes han realizado cuidadosos análisis de la Ley de Pesca y la revisión que debe hacerse y entregado el resultado de consultas de 40 mil trabajadores formales de la pesca del país. Respecto de la ley el fin es llegar a tener una norma que aplique conceptos de una política pesquera clara, con visión ecosistémica (incluyendo la seguridad alimentaria) e imprescindibles resguardos en lo laboral.

 

Licitaciones

 

Un punto que ha cobrado relevancia mediática, en este momento, es el de los plazos de los derechos de pesca y las licitaciones. En esa materia:”ya presentamos nuestra preocupación porque las licitaciones sólo han provocado mayor concentración de las cuotas de pesca y el sistema fomenta la especulación. Ahora insistimos en que están dañando al trabajo formal de pescadores industriales y nos deja sin argumentos para continuar la tarea que venimos desarrollando hace 50 años para lograr mejor calidad de vida a los asociados”, expresaron.

 

Hicieron ver que las licitaciones quitan patrimonio pesquero y ha sido, en el caso del jurel, a empresas de la zona centro sur con las que los sindicatos han logrado convenios colectivos aceptables, los que ahora se verán perjudicados

 

Renovación de la flota

 

Asimismo, explicaron, es comprensible que sí hay menor capital y se rebaja la seguridad de seguir contando con determinada cuota: “se limita o imposibilita inversiones que nosotros esperamos se hagan por la seguridad y buena habitabilidad”.

 

La flota en que trabajan es de barcos con bastante antigüedad. En países pesqueros, como Noruega, hay incentivos para modernizar y renovar la flota, en Chile se corta toda posibilidad al rebajar pesca.  “Informamos esto porque de las naves antiguas van en desmedro de la calidad de vida a bordo, es importante para los trabajadores pesqueros que se apoye la renovación de los barcos, nosotros necesitamos seguridad y confort a bordo”. La mayoría de los legisladores y opinantes en diversos medios sociales desconocen estos aspectos o los pasan por alto al discutir desde la trinchera de los eslóganes, en muchos casos, indicaron.

 

Porque es, también, un contrasentido que todo el país apunte y apoye que se impulse el consumo humano con los productos del mar, pero se olvidan que la mayor parte de los barcos son harineros en su origen y no se han podido renovar, apenas adecuar, pero para tener los mejores productos de consumo humano es necesario contar con una flota moderna, apto ciento por ciento para el mejor cuidado de la pesca en tránsito y para ello se requiere dar seguridad a las inversiones.

 

Reclasificación

 

Respecto de las opiniones, aquí y allá, sobre redistribuciones y plazos, los pescadores industriales reiteraron que su afán es defender sus puestos de empleo formal conseguidos y mantenidos en el nivel de trabajo decente con bastante esfuerzo. Pero que no está de más recordar que Chile se halla dentro de lo que ha denunciado la Internacional de los Trabajadores del Transporte, ITF sobre la existencia a nivel Latinoaméricano de “falsos artesanales” o inversionistas que financian embarcaciones de pesca, que caben dentro de la categoría, con fines de lucro propio, sin que se beneficien los verdaderos pescadores y, por el contrario, se dañe a los pescadores formales o de naves industriales.

 

“El sector debe atender a las recomendaciones FAO y reclasificar entre aquellos que realizan pesca de subsistencia (ligada a aspectos culturales antropológicos) y aquellos que practican actividad comercial. Son los agentes de la segunda categoría quienes hablan en nombre del sector en todos los espacios, pero son esos armadores artesanales que realizan una actividad comercial privada, que lucran, que tienen derechos de pesca a perpetuidad y heredables quienes deben asumir la debida Responsabilidad Social Empresarial y asumir las prestaciones sociales de sus tripulaciones, no pueden querer que lo haga el Estado.

 

Añadieron que son estos dirigentes quienes van al Parlamento o al gobierno a pedir cuotas de pesca, pero no apoyan a su gente para que trabajen con dignidad y tengan sus prestaciones, sus pensiones, que se atiendan sus enfermedades profesionales y más.  Alertaron a autoridades y legisladores que revisen con cuidado el asunto de la clasificación y vean que sí bien el sector de empleadores industriales tiene cuotas a 20 años, los artesanales las tienen a perpetuidad y con sistema que las hace heredables. La definición FAO de pesca artesanal es pesca de subsistencia y claramente los armadores artesanales de un amplio sector no subsisten sino lucran.

 

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